Estatuas E Iconos Llorando

Se dice que algunas estatuas o íconos derraman lágrimas de agua, sangre, resina, aceite, miel, mirra u otros sin ninguna explicación del fenómeno. Desde la década de 1980, los casos reportados de estatuas e íconos llorando son cada vez más numerosos. Para algunos, es sin duda un signo divino.
Flujo de lagrimas
Es prácticamente imposible enumerar todas las presuntas estatuas llorando o imágenes santas que hubieran derramado lágrimas. En Italia, por ejemplo, se han identificado más de doscientos casos. Estas imágenes sagradas, estatuas o pinturas piadosas derraman lágrimas o exudan sangre o sudor por las extremidades. A veces, el líquido incluso fluye debajo de la estatua o el icono. Curiosamente, estas estatuas que lloran fueron talladas en varios materiales: madera, porcelana o metal. Lo mismo ocurre con los iconos que lloran, que se han pintado tanto en madera como en lienzo.
La cantidad de líquido secretado también varía. Así, en algunas estatuas o íconos, el líquido fluye sin interrupción, para otras, el fenómeno es intermitente o solo continúa por un tiempo determinado. Estas secreciones suelen tener virtudes supuestamente curativas y, cuando son accesibles al público, miles de peregrinos acuden cada año a meditar cerca de estas imágenes.
Estatuas llorando en la literatura
Las estatuas que lloran no son infrecuentes en la tradición oral y la narración, pero en este caso suelen ser seres humanos que se han convertido en piedra. Una de las historias más antiguas de este tipo nos la cuenta Ovidio (43 a. C. - 17 d. C.) en sus Metamorfosis. En esta historia, Niobe, esposa del rey de Tebas, atrae la ira de los dioses con su sarcasmo. Para vengarse, matan a sus catorce hijos y transforman a Niobe en una estatua de piedra. Pero su dolor es tal que incluso en esta forma, sigue derramando lágrimas.
No se sabe de dónde sacó el propio Ovidio esta leyenda, pero sus Metamorfosis generalmente tienen su origen en la tradición oral griega o romana. Por tanto, podemos suponer que el fenómeno de las estatuas que lloran ya existía en la Antigüedad y que, ya en ese momento, se había intentado explicarlo.
Milagro o mistificación
Pero hoy sabemos que no todas las estatuas o íconos son verdaderos rompecabezas. De hecho, el creciente número de estas estatuas que lloran desde la década de 1980 y su popularidad han terminado por generar dudas. De hecho, muchas de estas "reliquias de sangre" han sido expuestas como falsificaciones. Algunos propietarios, por ejemplo, no dudaron en hacer “llorar” sus estatuas o íconos insertando una tubería o usando material poroso. El uso de ciertos productos químicos también logra efectos similares.
A veces, el engaño no se pudo establecer con certeza. A menudo, de hecho, a los científicos no se les permitió estudiar la estatua o el líquido que secreta, lo que complicó su trabajo. Sin embargo, algunas estatuas que lloran o imágenes sagradas se han estudiado en profundidad con los métodos más modernos sin detectar el menor rastro de manipulación. A pesar de todo, el mundo científico sigue siendo escéptico. En ausencia de evidencia en contrario, todos pueden interpretar o no el fenómeno de las estatuas que lloran como un signo divino.
