¿quién Era Jack El Destripador?
El Misterio De Los Asesinatos De Whitechapel

Las primeras víctimas de Jack el Destripador
El misterio de Jack el Destripador comenzó el 31 de agosto de 1888, cuando se descubre en el distrito londinense de Whitechapel el cuerpo asesinado de una mujer. La víctima, de 43 años, es Mary Ann Nichols. Prostituta, no pertenece a ningún burdel. La autopsia revela que fue apuñalada en la garganta y el estómago, pero no fue violada. Unos días antes, otra prostituta, Martha Tabram, fue asesinada en Whitechapel usando el mismo modus operandi. La investigación policial acababa de comenzar y el 8 de septiembre se descubre otro cuerpo. Este es el cadáver de Annie Chapman. Una vez más, la víctima, de 47 años, es una prostituta. Pero esta vez, el salvajismo del asesino guió sus acciones. Los intestinos se colocaron cuidadosamente en el hombro izquierdo mientras se robaban el útero, la vagina y la vejiga. Para esta nueva autopsia, el médico forense dice que el asesino de Whitechapel debe tener nociones de anatomía.
John Pizer: el primer sospechoso de los asesinatos de Whitechapel
El inspector Frederick George Abberline, a cargo de la investigación, tiene sus primeras sospechas en dirección a un zapatero judío, John Pizer, pero tiene una coartada. A partir de entonces, ¿quién puede verse obligado a frecuentar los barrios marginales del East End para matar a las prostitutas, a menudo enfermas y sin un centavo, de la forma más violenta? ¿Es el mismo hombre? El inspector no es el único que hace estas preguntas. Los periodistas también están en el lugar y buscan desenmascarar al asesino de Whitechapel apodado Jack el Destripador. Aprovechan sus tribunas para ridiculizar a la policía londinense cuya investigación apenas avanza.
Dos víctimas más

El 30 de septiembre, se encontraron dos víctimas más asesinadas y se atribuyeron al Destripador de Londres. El primero, el de Elizabeth Stride, una prostituta de 45 años, no tiene rastro de mutilación alguna. ¿Quizás el asesino de Whitechapel se vio perturbado en su tarea y tuvo que detenerse para recurrir a otra chica en las calles? La segunda víctima, descubierta cerca de Mitre Square, resulta ser la de otra prostituta, Catherine Eddowes. La puesta en escena es alarmante: se abrió el vientre desde el pecho hasta los genitales, se colocaron los intestinos en el hombro derecho, se cortó una oreja y la punta de la nariz, se cortaron los labios por la mitad y se incidieron las encías. Además, le robaron el útero y el riñón izquierdo. La policía está convencida de una cosa: se enfrenta a las acciones del asesino de Annie Chapman, experta en anatomía. La confirmación se les entrega rápidamente cuando comienzan a recibir cartas firmadas por un tal Jack el Destripador. Es imposible para los investigadores determinar la verdadera identidad del remitente. La presión sobre Scotland Yard es tal que su director, Charles Warren, dimite.
La última víctima de Jack el Destripador
El 9 de noviembre, Mary Jane Kelly, la última víctima conocida del Destripador de Londres, es encontrada asesinada en su cama. Ella también es una prostituta y ha sufrido mutilaciones post mortem. Su garganta fue cortada, su nariz y orejas fueron cortadas, su cara fue lacerada y su vientre abierto. La policía encuentra su útero, sus riñones y uno de sus senos debajo de su cabeza. Su otro pecho e hígado se colocaron cerca de sus pies. Finalmente, pedazos de sus muslos y vientre yacen sobre la mesita de noche mientras le roban el corazón y los genitales. Nunca se había descubierto una imagen tan horrible.
Jack el Destripador sospechas y teorías
En ausencia de pistas y pruebas, el caso se cerró en 1892. Surgieron débiles sospechas en la dirección de un peluquero judío, Aaron Kominski, un abogado, Montague John Druitt, y un convicto, Michel Ostrog. El investigador Abberline defiende la tesis del tráfico de órganos. Escritores, como Arthur Conan Doyle, que sospecha de una mujer, son unos apasionados de esta serie de crímenes sin resolver que son los asesinatos de Whitechapel y los utilizan como fuente inagotable de inspiración. A lo largo del siglo XX surgieron libros de investigación que dieron a conocer nuevos nombres sobre la identidad de Jack el Destripador, todos ellos más o menos creíbles, como el del Príncipe Alberto Víctor de Gales. Las publicaciones recientes sobre el tema se han beneficiado de nuevas fuentes y nuevos métodos de investigación.
¿Walter Sickert el Destripador de Londres?

Una de las últimas teorías respaldadas por una gran cobertura mediática es la de la escritora de crímenes más vendida Patricia Cornwell. Según ella, el hombre apodado Jack el Destripador no sería otro que el famoso pintor impresionista británico Walter Sickert. Sexualmente frustrado por la malformación de su pene, Walter Sickert se habría enfurecido en los barrios trillados de Londres y habría aludido a sus actos malvados y asesinos en algunas de sus obras. En 2002, con la introducción de la genética en su investigación, Patricia Cornwell reclama el derecho de imprimir en la portada de su libro Retrato de un asesino: Jack el Destripador la mención "Caso cerrado", un subtítulo impugnado por muchos otros especialistas.
