Poder De La Levitación
¿una Forma De Psicoquinesis?

Una persona u objeto pesado se eleva y flota en el aire. Este fenómeno es considerado por la Iglesia Católica como un carisma casi habitual, atribuido a todos los santos. Así San José de Cupertino fue famoso por su levitación. ¿Cuál es la concentración de energía necesaria para que un cuerpo pueda elevarse por encima del suelo por la mera fuerza de la mente?
El agua puede levitar
En forma de hielo, el agua está en estado sólido. Al aumentar su temperatura y vibración, el hielo se derrite y se vuelve líquido. Aunque es menos tangible que el hielo, sigue siendo palpable. A medida que aumenta el calor, el agua se convierte en vapor, volátil y esquiva, apenas visible. Cada vez es la misma agua, pero en tres estados diferentes: sólido, líquido, gas. Cuando se alcanza la vibración máxima, por lo tanto en forma de vapor, puede ser transportada por aire. Una vez enfriado, aparece en otro lugar, nuevamente en su forma líquida o sólida. Por tanto, el agua tiene la capacidad de flotar, moverse, viajar. Más que un simple ejemplo de levitación, esta descripción también se aplica al caso de bilocación.
El sueño de volar
En parapsicología, la levitación se considera una forma de psicoquinesis: es la capacidad que tienen algunas personas para elevarse por encima del suelo, sin ninguna ayuda externa. Todas las civilizaciones tienen sus relatos que tratan de tales fenómenos. La Biblia evoca a Jesús levantándose y caminando sobre las aguas, por lo que la Iglesia Católica considera la levitación como un signo de santidad. A más de doscientos treinta santos se les atribuye esta facultad. Algunos lo mencionan en su autobiografía, como Santa Teresa de Ávila. No debemos perder de vista que volar sigue siendo un tema onírico, el mayor sueño de la humanidad.
Vuelo yóguico, técnica de meditación trascendental
En el campo del esoterismo, el vuelo yóguico es una técnica de meditación trascendental (MT). En la primera fase, los meditadores saltan y, en la segunda, vuelan. Las imágenes muestran a personas en posición de meditación, sin ningún contacto con el suelo. El fenómeno Sidhi, como llamamos a este fenómeno de meditación trascendental, conduciría, según los seguidores de esta técnica, a una mejora de la armonía cuerpo-mente.
Los estudios han demostrado los efectos beneficiosos de la meditación trascendental en la mente, el cuerpo, el comportamiento y el medio ambiente. Los defensores de esta técnica afirman que un grupo de mil personas que practican el vuelo yóguico juntas pueden modificar la conciencia colectiva lo suficiente como para aumentar la cohesión, la armonía y el pensamiento positivo, al tiempo que reducen el estrés, la violencia y las tensiones sociales. Estas afirmaciones incluso están respaldadas por estadísticas: reducción de la delincuencia en un 20%, accidentes de tráfico en un 25% y la tasa de desempleo en un 35%.
Volar por la ventana
A mediados del siglo XIX, el estadounidense Daniel Douglas Home (1833-1866) llamó la atención en los círculos europeos por su capacidad para volar. Personalidades como Mark Twain, John Ruskin o William Crookes, presidente de la Royal Society, presenciaron sus manifestaciones. En el Quaterly Journal of Science, expresa su ruptura interior, dividida entre lo que vio y sintió con las manos y la certeza inquebrantable de que el hombre no puede volar. Pero también escribe que vio con sus propios ojos, en Londres, que Home salía de su casa volando por una ventana del tercer piso y luego entraba por otra.
