El Manuscrito Voynich
Un Alfabeto Desconocidot

Un día de 1912, Wilfrid Voynich, un rico bibliófilo y anticuario estadounidense, fue al antiguo convento jesuita de Villa Mondragone en Frascati, cerca de Roma. Será un día inolvidable para él. El padre Strickland, que lo recibe, le muestra un librito de 22 por 16 centímetros, que se encuentra en la biblioteca del convento tras pasar por las manos de varios propietarios. Tiene 102 hojas, o 204 páginas de ilustraciones y textos escritos en un idioma desconocido. Sin embargo, hay 24 páginas arrancadas y perdidas en el pasado.
¿Cuál es entonces el contenido de este misterioso manuscrito? De lo único que estamos seguros es que tiene 250.000 caracteres para 4.000 palabras completamente ilegibles. El libro contiene una gran cantidad de ilustraciones casi tan misteriosas como los textos. El manuscrito se conoce ahora con el nombre de su último propietario, Wilfrid Voynich. Por lo demás, el misterio es total: ignoramos al autor, el tiempo y el propósito. Por tanto, el campo se abre a todo tipo de hipótesis.
Un desafío para los especialistas
El manuscrito de Voynich es un libro misterioso, probablemente con siglos de antigüedad. Para descifrar su código, suponiendo que hubiera uno, llegamos a utilizar las computadoras más poderosas de los servicios secretos estadounidenses. Desafortunadamente, esto ha llevado a años de trabajo innecesario que no ha dado lugar a certeza. Los equipos de especialistas que han estudiado el enigma han corrido la misma suerte. El manuscrito de Voynich parece guardar celosamente su secreto. De hecho, ninguna de las soluciones propuestas es aplicable a todo el texto. La primera parte se llamó Herbal y contiene 113 dibujos de plantas aún no identificadas.

El segundo, llamado Astronómico, presenta 25 diagramas que se asemejan a una carta astral, donde creemos reconocer el Sol, la Luna y varias constelaciones de nuestra galaxia. La tercera parte, que se denomina Balneológica, reproduce nada menos que 227 imágenes de mujeres desnudas, algunas de las cuales están embarazadas y sumergidas en bañeras conectadas a extrañas tuberías. La cuarta parte, finalmente, denominada Farmacéutica, muestra cientos de raíces, pequeñas plantas y varios recipientes de especias. También hay una sección final que parece una especie de índice y solo contiene texto.

¿Quién escribió el manuscrito de Voynich y qué contiene?
El supuesto autor del manuscrito Voynich -o, en todo caso, el más citado como tal- es Roger Bacon, filósofo y “mago” del siglo XIII. Es al filósofo William Newbold a quien primero debemos esta afirmación: en 1921, también aseguró que el contenido del manuscrito Voynich revelaba sorprendentes descubrimientos en astronomía y biología. Veinte años después, el abogado Joseph Feely llegó a las mismas conclusiones.
Sin embargo, ninguna de las dos traducciones del manuscrito de Voynich convenció a los especialistas, por lo que los intentos de interpretación tuvieron éxito uno tras otro. En 1987, el médico estadounidense Lev Levitov sostiene que el manuscrito Voynich es la última copia que se conserva del manual de suicidio ritual de los cátaros, exterminado en Francia en el siglo XIII.
Más teorías
Sin embargo, otra hipótesis fascina a los expertos. Se trata de la Llave de Salomón, un texto mágico particularmente poderoso cuyo manuscrito Voynich podría ser la transcripción encriptada, producido por Bacon para salvar el precioso documento de la furia de la Inquisición y transmitirlo a las generaciones futuras. Aún otros investigadores llegan a afirmar que más que un código, es un verdadero lenguaje desconocido, quizás de origen extraterrestre. Finalmente, el científico Gordon Rugg dice que sería un simple engaño histórico. De hecho, parece que en 1586, el emperador Rodolfo II de Bohemia compró el manuscrito Voynich a un precio exorbitante, el creyente de Bacon. Sin embargo, en esos años vivían en Praga dos ingleses de reputación ambigua, el aventurero Edward Kelley y el mago y astrólogo John Dee. Y según Rugg, muy bien podrían haber creado el manuscrito Voynich desde cero.
